Del riau- riau...
Popularmente se conoce como el 'Vals de Astrain' en reconocimiento al autor de la obra, originalmente se denomina 'Alegría de San Fermín', compuesto por el músico local Miguel Astrain. Se desconoce el año exacto de su composición. La partitura fué guardada en el Ayuntamiento en 1907, aunque ya desde 1883 la banda de la Casa Misericordia de la cual era director acompañaba a la Corporación con esta melodia, a la que más tarde se añadiría la letra encargando el trabajo a María Luisa Ugalde
LETRA RIAU-RIAU
"A las 4, el 6 de julioPamplona gozando vapasando calles y plazaslas Vísperas a cantaral glorioso San Fermínpatrón de esta capitalque los pamplonicas amancon cariño sin igual.Delante vanchiquillos milcon miedo atroz dicen: ¡Aquí!un cabezón viene detrásdando vergazos y haciendo chillar.
(¡¡Riau-Riau!!)Después vienen los muchachosen un montón fraternalempujando a los gigantescon alegría sin parporque llegaron las fiestasde esta gloriosa ciudadque son en el mundo entero una cosa singular.
(¡¡Riau-Riau!!)Los mozos de blusa que son los que dan animacióncon los pollos-pera van todos unidos en montón.
Los de la Pamplonesadetrás vienen tocandovan a honrar a San Fermín.
Toda la ciudadcon movimiento contemplando estála gran caravanaque alegre hasta San Lorenzo va.
Los del Ayuntamientocon mazas y timbalesvan a honrar a su patrón."
...al pobre de mí
Con el "Pobre de mí" se acaba (oficialmente) Sanfermin, en la Plaza del Ayuntamiento a las doce de la noche del día 14 (las peñas lo suelen celebrar por su cuenta en la Plaza del Castillo).
La gente se junta y va cantando el "pobre de mí, pobre de mi, que se han acabado las fiestas de San Fermín", la canción de despedida, y entre medio todo el muestrario de canciones sanfermineras y el "ya falta menos" (para que llegue el siguiente Sanfermin, claro).
La gente está triste porque todo se acaba y vuelve la rutina, pero también está deseando que se acabe porque no puede más. En realidad el Pobre de mí es la culminación de todo un día de despedidas: la despedida de los gigantes, por la mañana, la despedida de las peñas en la plaza por la tarde.
En el pobre de mí no hay tanta aglomeración como en el txupinazo, aunque cada vez hay más gente. Se puede ir con niños. Lo único con lo que hay que tener cuidado es con las manchas de cera: es costumbre asistir con una vela encendida. La mayoría, con muy buen criterio, le pone un vaso de plástico alrededor.
Y ya está, se acabó, aunque no para todos: mucha gente se niega a lo inevitable y sigue de copas toda la noche mientras la vida diaria le va segando la hierba debajo de los pies, le cierra bar tras bar y el amanecer le pilla todavía de blanco y rojo. Entonces toca correr el encierro del 15 de julio o encierro de la villavesa.
!!¡¡¡¡¡¡¡VIVA SAN FERMÍN!!!!!!
¡¡¡¡¡VIVAAAAAAAAAA!!!!!
¡¡¡¡¡GORAAAAAA!!!!!